Quién iba a pensar el año pasado que el Rayo podría asustar a San Mamés, donde contadas veces ha jugado de tú a tú al Athletic. Sandoval ya apuntó atrevimiento en el debut de Bielsa. Paco será hoy más descarado con los Lass, Leo y Piti, una delantera con pocas letras pero mayúscula. Se espera un pulso trepidante, abierto, con alternativas. Aduriz es la esperanza local, el pararrayos, el salvador.
Y es precisamente Aduriz quien tiene la capacidad de atracción para que el Rayo se desvíe de su propósito. Si el ariete obsesiona a los madrileños, obliga a Javi Fuego a estar más pendiente de ayudar a sus centrales que de generar transiciones hacia Trashorras; ahí es cuando el partido puede ser otro, rojiblanco.
No hay duda de que Bielsa también quiere mandar con la pelota, aunque meterá algo de músculo en medio campo con San José, en lugar de Gurpegui, desafortunado ante el Levante. Con Iturraspe quiere ser cauto y no precipitar su vuelta.
Vulnerables. Todo apunta a que será un partido con ocasiones y goles. Ni bilbaínos ni vallecanos tienen notables defensas. Ni portero. Encima, se protegen poco. Únicamente el Deportivo encaja más tantos. Los del Athletic llegan a menudo por errores individuales. Volverá Amorebieta, que sigue sin renovar y al que San Mamés mirará con lupa. Se agota la paciencia con su caso, también en la directiva. Tendrá que salir fuera de posición con Ekiza para cercar al genial Leo Baptistao, revelación del año.
Bielsa meditó alinear a Aduriz y Llorente juntos, pero lo dejará para la segunda mitad en caso de que todo se tuerza.
Más de quinientos rayistas estarán en San Mamés
Bilbao es uno de esos destinos que la afición del Rayo tiene marcado en rojo. Tiene buen rollo con la hinchada del Athletic (también numerosa cuando el encuentro es en Vallecas). Esa circunstancia y que el de hoy será el último partido del Rayo en San Mamés han hecho posible que el desplazamiento rayista sea masivo en esta ocasión. El club franjirrojo pidió inicialmente 350 entradas para sus seguidores y, cuando se agotó este cupo, solicitó una nueva remesa de 125. A quienes van con la localidad comprada desde Madrid hay que añadir a aquellos que viajan sin ella, entre otras cosas, porque en esas 475 entradas expedidas no había ninguna de categoría infantil y, ya se sabe, sale más barato comprarlas en Bilbao.
Y es precisamente Aduriz quien tiene la capacidad de atracción para que el Rayo se desvíe de su propósito. Si el ariete obsesiona a los madrileños, obliga a Javi Fuego a estar más pendiente de ayudar a sus centrales que de generar transiciones hacia Trashorras; ahí es cuando el partido puede ser otro, rojiblanco.
No hay duda de que Bielsa también quiere mandar con la pelota, aunque meterá algo de músculo en medio campo con San José, en lugar de Gurpegui, desafortunado ante el Levante. Con Iturraspe quiere ser cauto y no precipitar su vuelta.
Vulnerables. Todo apunta a que será un partido con ocasiones y goles. Ni bilbaínos ni vallecanos tienen notables defensas. Ni portero. Encima, se protegen poco. Únicamente el Deportivo encaja más tantos. Los del Athletic llegan a menudo por errores individuales. Volverá Amorebieta, que sigue sin renovar y al que San Mamés mirará con lupa. Se agota la paciencia con su caso, también en la directiva. Tendrá que salir fuera de posición con Ekiza para cercar al genial Leo Baptistao, revelación del año.
Bielsa meditó alinear a Aduriz y Llorente juntos, pero lo dejará para la segunda mitad en caso de que todo se tuerza.
Más de quinientos rayistas estarán en San Mamés
Bilbao es uno de esos destinos que la afición del Rayo tiene marcado en rojo. Tiene buen rollo con la hinchada del Athletic (también numerosa cuando el encuentro es en Vallecas). Esa circunstancia y que el de hoy será el último partido del Rayo en San Mamés han hecho posible que el desplazamiento rayista sea masivo en esta ocasión. El club franjirrojo pidió inicialmente 350 entradas para sus seguidores y, cuando se agotó este cupo, solicitó una nueva remesa de 125. A quienes van con la localidad comprada desde Madrid hay que añadir a aquellos que viajan sin ella, entre otras cosas, porque en esas 475 entradas expedidas no había ninguna de categoría infantil y, ya se sabe, sale más barato comprarlas en Bilbao.
Fuente: AS
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