Las desgracias nunca vienen solas. El Athletic puede dar fe de esta máxima. El conjunto rojiblanco no solo cierra la primera vuelta con malas vibraciones, ya que encadena tres derrotas consecutivas y ayer se acostó a cinco puntos de la zona de descenso -un colchón que puede rebajarse en caso de que el Granada puntúe hoy en Getafe-, sino que se encuentra en un estado de angustia, pendiente de la evolución que haya sufrido en las últimas 48 horas Aritz Aduriz, que la noche del viernes se retiró lesionado ante el Rayo Vallecano con evidentes molestias en un adductor.
El parte médico en torno al donostiarra genera una llamativa expectación. El pichichi rojiblanco, la referencia de este Athletic, ha sostenido a los leones con sus goles en numerosos partidos, por lo que una supuesta inactividad del delantero se entendería como una malísima noticia, al mismo tiempo que acentuaría el estado deprimente que rodea al plantel de Marcelo Bielsa.
Aduriz, un jugador que se emplea al cien por cien en cada acción en la que interviene, será sometido en las próximas horas a un examen más exhaustivo de la zona dañada, aunque se confía en que el reposo que ha disfrutado el jugador, como el resto de la plantilla, durante sábado y domingo haya repercutido de forma positiva en la evolución de sus molestias. En caso de que no llegue para el duelo del próximo lunes en el Benito Villamarín, Fernando Llorente, cuya etapa rojiblanca expirará en junio, se perfila como su sustituto en el once titular.
Bielsa, además, preparará el choque ante el Betis, crucial para que el Athletic rompa de nefasta racha y alivie su situación, con varias incógnitas por resolver, entre ellas el estado físico de Jon Aurtenetxe, ausente en los dos últimos encuentros y que ha propiciado la comparecencia de Óscar de Marcos en el lateral izquierdo. Al mismo tiempo, Mikel San José se perderá la cita de Sevilla por sanción, lo que podría llevar el regreso al equipo de Ander Iturraspe, protagonista el viernes en el túnel de vestuarios de un pequeño deseencuentro con Luis Bonini -preparador físico- y que no ha disputado minuto alguno desde el pasado 12 de diciembre, cuando tomó parte en el tramo final del duelo de vuelta de los dieciseisavos de Copa frente al Eibar.
Fuente: Deia
El parte médico en torno al donostiarra genera una llamativa expectación. El pichichi rojiblanco, la referencia de este Athletic, ha sostenido a los leones con sus goles en numerosos partidos, por lo que una supuesta inactividad del delantero se entendería como una malísima noticia, al mismo tiempo que acentuaría el estado deprimente que rodea al plantel de Marcelo Bielsa.
Aduriz, un jugador que se emplea al cien por cien en cada acción en la que interviene, será sometido en las próximas horas a un examen más exhaustivo de la zona dañada, aunque se confía en que el reposo que ha disfrutado el jugador, como el resto de la plantilla, durante sábado y domingo haya repercutido de forma positiva en la evolución de sus molestias. En caso de que no llegue para el duelo del próximo lunes en el Benito Villamarín, Fernando Llorente, cuya etapa rojiblanca expirará en junio, se perfila como su sustituto en el once titular.
Bielsa, además, preparará el choque ante el Betis, crucial para que el Athletic rompa de nefasta racha y alivie su situación, con varias incógnitas por resolver, entre ellas el estado físico de Jon Aurtenetxe, ausente en los dos últimos encuentros y que ha propiciado la comparecencia de Óscar de Marcos en el lateral izquierdo. Al mismo tiempo, Mikel San José se perderá la cita de Sevilla por sanción, lo que podría llevar el regreso al equipo de Ander Iturraspe, protagonista el viernes en el túnel de vestuarios de un pequeño deseencuentro con Luis Bonini -preparador físico- y que no ha disputado minuto alguno desde el pasado 12 de diciembre, cuando tomó parte en el tramo final del duelo de vuelta de los dieciseisavos de Copa frente al Eibar.
Fuente: Deia
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