El Athletic rentabiliza a su referencia, que firmó ayer su octavo tanto y su tercer doblete en Liga El donostiarra solo está por detrás de Messi, Ronaldo y Falcao.
De golpe, se suele definir estas sensaciones como propias de una segunda juventud. Así es si se acentúa la edad de Aritz Aduriz, que el próximo 11 de febrero cumplirá 32 años. O, si se quiere, se puede recurrir a otra máxima muy frecuente: la experiencia es un grado. Sea como fuere, lo cierto es que Aduriz se ha convertido en el faro de este Athletic, que sobrevive con la pegada del donostiarra, un jugador sin mucho pedigrí mediático pero del que se conoce su genética rojiblanca. Aduriz es un delantero impagable para la mayoría de los entrenadores (hubo quien le infravaloró) y Marcelo Bielsa, pese a que no pidió su fichaje, le saca el mayor rédito posible.
El dato es descomunal. Aduriz firmó su cuarto doblete del curso, tres de ellos en competición liguera y el séptimo en su trayectoria como rojiblanco, elevó a ocho su cuenta anotadora en Liga, el 57% de los 14 totales del colectivo, y de paso, aunque suene a muy secundario, supera su saldo de siete tantos en el Valencia la temporada anterior. O sea, el impacto de Aduriz en este Athletic es sobresaliente y roza el porcentaje de Eneko Arieta, que marcó nueve dianas en los diez primeros partidos de la muy lejana temporada 1959-60.
Aduriz se ha ganado los galones que ostenta. No solo ve puerta con cierta facilidad, sino que ha asumido la responsabilidad de lanzar los penaltis, una faceta muy delicada en los últimos tiempos en el conjunto rojiblanco, donde se echa de menos a un especialista. Aduriz tiene pinta de acabar con ese déficit. Ayer ejecutó con maestría en el lanzamiento desde los once metros, una virtud no desconocida si se hace un poco de memoria, porque en su anterior etapa como león ya presumió de cuatro tantos desde el punto fatídico.
El ariete, que no pudo acabar el partido por culpa de un golpe en la rodilla, batió en dos ocasiones a Toño, meta del Granada, pero el donostiarra, incluso, bien que pudo haber consumado su segundo hat-trick como rojiblanco -el primero lo selló en la temporada 2006-07 de forma cruel ante el Zaragoza en La Romareda ya que el Athletic cayó derrotado por 4-3-, si la madera no hubiera abortado en el minuto 59 un gran remate de cabeza a córner botado por Ibai Gómez. En tiempos de crisis, la patente Aduriz rehabilita al Athletic.
SIN FANTASMAS El conjunto de Bielsa, quien repitió once liguero, espantó ayer un dramatismo a corto plazo gracias a la inspiración de Aduriz. Solo cabe recordar el temblor que habría producido una hipotética derrota ante el Granada, al que curiosamente el Athletic no fue capaz de vencer en ninguno de los dos encuentros de la pasada Liga, porque los rojiblancos arrancaron el partido en Los Cármenes en puestos de descenso. Ya se sabe, cuando la necesidad aprieta...
Los leones vencieron en un partido en el que no estuvieron a su mejor nivel y en el que sacaron a cuentagotas sus virtudes más apreciadas, las que les permitió hacer historia el pasado curso. Es la lectura positiva del choque ante los andaluces, a los que también el Athletic les debe agradecer sus debilidades en muchas facetas del juego, como en la acción del penalti sobre Aduriz o en el buen puñado de ocasiones que desperdiciaron, sobre todo en el arranque del segundo acto, cuando volvió a asomar la pesadilla que persigue a este equipo en lo que va de curso, que no es otra que su fragilidad defensiva lejos de San Mamés.
Bielsa repitió el dibujo táctico por el que apuesta cuando se ausenta Ander Herrera, que regresará el próximo domingo en Liga frente al Sevilla, en otro duelo crucial para los rojiblancos para subir su cotización en la competición de la regularidad. O sea, Iker Muniain ejerció de director de orquesta y de enlace con Aduriz. En esta ocasión, el navarro destacó con una actuación notable, muy mejorada respecto a encuentros recientes, y se dio un pequeño homenaje personal que quizá necesitaba como agua de mayo para reafirmarse como un futbolista muy importante para este Athletic, que el jueves se juega su futuro en la Europa League ante el Olympique de Lyon, que habrá subrayado en su libreta táctica el nombre de Aritz Aduriz.
El triunfo de ayer, por lo tanto, ofrece otra vertiente reanimadora para un grupo al que no le acompañan las noticias positivas desde el verano. No es que sirva para tirar cohetes, pero sí para afrontar el duelo europeo ante el conjunto francés con otra cara. Y porque jugará Aduriz.
De golpe, se suele definir estas sensaciones como propias de una segunda juventud. Así es si se acentúa la edad de Aritz Aduriz, que el próximo 11 de febrero cumplirá 32 años. O, si se quiere, se puede recurrir a otra máxima muy frecuente: la experiencia es un grado. Sea como fuere, lo cierto es que Aduriz se ha convertido en el faro de este Athletic, que sobrevive con la pegada del donostiarra, un jugador sin mucho pedigrí mediático pero del que se conoce su genética rojiblanca. Aduriz es un delantero impagable para la mayoría de los entrenadores (hubo quien le infravaloró) y Marcelo Bielsa, pese a que no pidió su fichaje, le saca el mayor rédito posible.
El dato es descomunal. Aduriz firmó su cuarto doblete del curso, tres de ellos en competición liguera y el séptimo en su trayectoria como rojiblanco, elevó a ocho su cuenta anotadora en Liga, el 57% de los 14 totales del colectivo, y de paso, aunque suene a muy secundario, supera su saldo de siete tantos en el Valencia la temporada anterior. O sea, el impacto de Aduriz en este Athletic es sobresaliente y roza el porcentaje de Eneko Arieta, que marcó nueve dianas en los diez primeros partidos de la muy lejana temporada 1959-60.
Aduriz se ha ganado los galones que ostenta. No solo ve puerta con cierta facilidad, sino que ha asumido la responsabilidad de lanzar los penaltis, una faceta muy delicada en los últimos tiempos en el conjunto rojiblanco, donde se echa de menos a un especialista. Aduriz tiene pinta de acabar con ese déficit. Ayer ejecutó con maestría en el lanzamiento desde los once metros, una virtud no desconocida si se hace un poco de memoria, porque en su anterior etapa como león ya presumió de cuatro tantos desde el punto fatídico.
El ariete, que no pudo acabar el partido por culpa de un golpe en la rodilla, batió en dos ocasiones a Toño, meta del Granada, pero el donostiarra, incluso, bien que pudo haber consumado su segundo hat-trick como rojiblanco -el primero lo selló en la temporada 2006-07 de forma cruel ante el Zaragoza en La Romareda ya que el Athletic cayó derrotado por 4-3-, si la madera no hubiera abortado en el minuto 59 un gran remate de cabeza a córner botado por Ibai Gómez. En tiempos de crisis, la patente Aduriz rehabilita al Athletic.
SIN FANTASMAS El conjunto de Bielsa, quien repitió once liguero, espantó ayer un dramatismo a corto plazo gracias a la inspiración de Aduriz. Solo cabe recordar el temblor que habría producido una hipotética derrota ante el Granada, al que curiosamente el Athletic no fue capaz de vencer en ninguno de los dos encuentros de la pasada Liga, porque los rojiblancos arrancaron el partido en Los Cármenes en puestos de descenso. Ya se sabe, cuando la necesidad aprieta...
Los leones vencieron en un partido en el que no estuvieron a su mejor nivel y en el que sacaron a cuentagotas sus virtudes más apreciadas, las que les permitió hacer historia el pasado curso. Es la lectura positiva del choque ante los andaluces, a los que también el Athletic les debe agradecer sus debilidades en muchas facetas del juego, como en la acción del penalti sobre Aduriz o en el buen puñado de ocasiones que desperdiciaron, sobre todo en el arranque del segundo acto, cuando volvió a asomar la pesadilla que persigue a este equipo en lo que va de curso, que no es otra que su fragilidad defensiva lejos de San Mamés.
Bielsa repitió el dibujo táctico por el que apuesta cuando se ausenta Ander Herrera, que regresará el próximo domingo en Liga frente al Sevilla, en otro duelo crucial para los rojiblancos para subir su cotización en la competición de la regularidad. O sea, Iker Muniain ejerció de director de orquesta y de enlace con Aduriz. En esta ocasión, el navarro destacó con una actuación notable, muy mejorada respecto a encuentros recientes, y se dio un pequeño homenaje personal que quizá necesitaba como agua de mayo para reafirmarse como un futbolista muy importante para este Athletic, que el jueves se juega su futuro en la Europa League ante el Olympique de Lyon, que habrá subrayado en su libreta táctica el nombre de Aritz Aduriz.
El triunfo de ayer, por lo tanto, ofrece otra vertiente reanimadora para un grupo al que no le acompañan las noticias positivas desde el verano. No es que sirva para tirar cohetes, pero sí para afrontar el duelo europeo ante el conjunto francés con otra cara. Y porque jugará Aduriz.
Fuente: Deia
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