El primer partido del Athletic en esta pretemporada se saldó con una victoria ante el Olympiquen de Lyon. Algo sin trascendencia real, lo importante era volver a tener contacto con el balón y con el juego. No fue un gran encuentro de fútbol, se notó la falta de ritmo e intensidad. La mejor noticia para los rojiblancos fue la irrupción de Aduriz, entró en la segunda parte y logró darle la vuelta al marcador.
El encuentro se presentaba con el ambiente cargado en el entorno rojiblanco. El enfrentamiento abierto que hay entre Bielsa y la Junta Directiva no parece que sea la mejor manera de iniciar un año tan ilusionante como el presente. Tras más de una semana de cruces de disputas, el balón volvió a ser el protagonista.
No hubo cambios en el esquema de Bielsa en este primer test veraniego. Volvió a apostar por el 4-3-3 (o 4-5-1 según se vea) que tan bien le funcionó la temporada pasada. Lo único que cambiaron fueron las piezas. Faltaban Llorente, Amorebieta y los olímpicos de los más habituales. El técnico argentino tuvo que improvisar en ese aspecto, y metió a Aurtenetxe en el central junto a Ekiza. Sorprendió también la titularidad de Ruíz de Galarreta, jugador del filial. El año pasado también contó con muchos minutos en pretemporada con Bielsa pero no tuvo sitio en el primer equipo.
El Athletic intentó mantener intactas sus señas de identidad: la presión y la posesión. Los primeros cinco minutos fueron de los rojiblancos, así como el primer acercamiento con cierto peligro a la meta rival, mediante un cabezazo de Toquero que se marchó alto. A partir de ahí el conjunto francés se hizo con el control del esférico y dispuso de unos cuantos ataques inquietantes para Iraizoz.
Pese a ser el primer encuentro de preparación de ambos equipos el Olympique llevaba más carga de trabajo, y eso se notó. A los jugadores franceses se les notaba con más ritmo de juego, más rápidos en las acciones. El Athletic no conseguía el balón porque llegaban tarde al robo. Algo lógico y normal teniendo en cuenta esa diferencia de trabajo acumulado.
Típico partido veraniego
Los minutos se sucedían como en tantos otros partidos de pretemporada. Poco fútbol sobre el césped, poco ambiente en las gradas de un Estadio de los Alpes semi-vacio, calor... De esos partidos que sólo atienden los más forofos de un equipo. En estas estábamos cuando a Toquero le dio por romper el sosiego. Se plantó sólo delante de Vercoutre, pero cruzó demasiado el balón con el exterior de la pierna derecha. No ejecutó la mejor opción, pues De Marcos estaba bien posicionado en el punto de penalti. Puede que se le contagiase eso de llevar el número 9 a la espalda.
Esa oportunidad fue un espejismo para el Athletic, ya que los jugadores del Olympique parecieron despertarse tras esa jugada. Todo su juego pasaba por las botas de Gourcouff. De sus botas nació la ocasión más clara del Lyonnais en la primera parte. Escondió el balón con inteligencia, y con gran maestría le puso el balón en el área a Yattara, que totalmente sólo lo mandó al larguero. Poco más sucedió en una primera parte con más ocasiones que fútbol.
Con la segunda parte llegó el carrusel de cambios. Rémi Garde sólo dejó en el campo a dos jugadores, a sus dos centrales. Entraron Bastos, Gomis, Briand o Grenier entre otros. Bielsa estuvo más comedido. “Sólo” hizo tres cambios. Entraron Raúl por Iraizoz, el jovencísimo Markel Etxeberria por Iraola y el recién fichado Ismael López por Ibai Gómez.
Poco varió el esquema de la primera parte. El Athletic pareció despertarse, pero poco le duró el balón. Las ocasiones más claras fueron para los franceses. Un remate de cabeza de Briand, y sobre todo un disparo de Gomis que Raúl desvió a saque de esquina. A los quince minutos de juego Bielsa decidió dar entrada a otros cuatro futbolistas. Ingresaron en el terreno de juego Igor Martinez, Aduriz, Gurpegi y Castillo por Ibai, De Marcos, Iñigo Pérez y Galarreta. Probaturas varias que hicieron variar el esquema en el centro del campo.
Los goles, al final
El partido parecía avocado a la mayor intrascendencia hasta que Zeffane, a veinte minutos del final rompió la igualdad mediante un disparo cruzado desde el borde del área. Por lo menos, algo pudieron celebrar los, por otra parte pocos, aficionados que se acercaron al Stade des Alpes. Abierta la veda el Olympique todavía dispuso de algún acercamiento más.
Pero fue el Athletic el que golpeó. Fue gracias a un inexistente penalti cometido sobre Aduriza diez minutos del final. El propio delantero fue el encargado de lanzarlo y transformarlo, en su primer partido tras volver al equipo rojiblanco. No se puso nervioso y engaño bien al guardameta rival. Vistos los antecedentes del Athletic desde los once metros es algo a tener en cuenta.
El empate hizo despertar a los leones. Toquero mandó el balón al palo tras un potente cabezazo. A destacar también el magnífico centro de Castillo desde la banda izquierda, potente y con rosca. Desde esa banda izquierda llegó también el gol de la victoria. Otro gran centro, esta vez de Ismael López, lo aprovechó Aduriz para conseguir su segundo tanto. Conexión establecida entre los dos fichajes. No sucedió mucho más en un partido en el que el Athletic supo aprobechar mejor sus escasas oportunidades, ante un Lyon que jugó algo más.
Fuente: El Athletic Club
Típico partido veraniego
Los minutos se sucedían como en tantos otros partidos de pretemporada. Poco fútbol sobre el césped, poco ambiente en las gradas de un Estadio de los Alpes semi-vacio, calor... De esos partidos que sólo atienden los más forofos de un equipo. En estas estábamos cuando a Toquero le dio por romper el sosiego. Se plantó sólo delante de Vercoutre, pero cruzó demasiado el balón con el exterior de la pierna derecha. No ejecutó la mejor opción, pues De Marcos estaba bien posicionado en el punto de penalti. Puede que se le contagiase eso de llevar el número 9 a la espalda.
Esa oportunidad fue un espejismo para el Athletic, ya que los jugadores del Olympique parecieron despertarse tras esa jugada. Todo su juego pasaba por las botas de Gourcouff. De sus botas nació la ocasión más clara del Lyonnais en la primera parte. Escondió el balón con inteligencia, y con gran maestría le puso el balón en el área a Yattara, que totalmente sólo lo mandó al larguero. Poco más sucedió en una primera parte con más ocasiones que fútbol.
Con la segunda parte llegó el carrusel de cambios. Rémi Garde sólo dejó en el campo a dos jugadores, a sus dos centrales. Entraron Bastos, Gomis, Briand o Grenier entre otros. Bielsa estuvo más comedido. “Sólo” hizo tres cambios. Entraron Raúl por Iraizoz, el jovencísimo Markel Etxeberria por Iraola y el recién fichado Ismael López por Ibai Gómez.
Poco varió el esquema de la primera parte. El Athletic pareció despertarse, pero poco le duró el balón. Las ocasiones más claras fueron para los franceses. Un remate de cabeza de Briand, y sobre todo un disparo de Gomis que Raúl desvió a saque de esquina. A los quince minutos de juego Bielsa decidió dar entrada a otros cuatro futbolistas. Ingresaron en el terreno de juego Igor Martinez, Aduriz, Gurpegi y Castillo por Ibai, De Marcos, Iñigo Pérez y Galarreta. Probaturas varias que hicieron variar el esquema en el centro del campo.
Los goles, al final
El partido parecía avocado a la mayor intrascendencia hasta que Zeffane, a veinte minutos del final rompió la igualdad mediante un disparo cruzado desde el borde del área. Por lo menos, algo pudieron celebrar los, por otra parte pocos, aficionados que se acercaron al Stade des Alpes. Abierta la veda el Olympique todavía dispuso de algún acercamiento más.
Pero fue el Athletic el que golpeó. Fue gracias a un inexistente penalti cometido sobre Aduriza diez minutos del final. El propio delantero fue el encargado de lanzarlo y transformarlo, en su primer partido tras volver al equipo rojiblanco. No se puso nervioso y engaño bien al guardameta rival. Vistos los antecedentes del Athletic desde los once metros es algo a tener en cuenta.
El empate hizo despertar a los leones. Toquero mandó el balón al palo tras un potente cabezazo. A destacar también el magnífico centro de Castillo desde la banda izquierda, potente y con rosca. Desde esa banda izquierda llegó también el gol de la victoria. Otro gran centro, esta vez de Ismael López, lo aprovechó Aduriz para conseguir su segundo tanto. Conexión establecida entre los dos fichajes. No sucedió mucho más en un partido en el que el Athletic supo aprobechar mejor sus escasas oportunidades, ante un Lyon que jugó algo más.
Fuente: El Athletic Club
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