sábado, 13 de octubre de 2012

Aduriz marcó la diferencia

El Athletic afrontaba su cuarto partido de liga en San Mamés con la habitual exigenciade victoria del que juega en su campo ante un rival teóricamente inferior, pero multiplicada por cada punto perdido en los envites anteriores y por cada uno de los sucesos que han sacudido los cimientos del club en los últimos meses. El equipo necesitaba reafirmarse y para eso no hay mejor reconstituyente que una victoria en el terreno de juego, donde cada vez se gana menos. Este Athletic solamente sabe ganar en San Mamés y cuando marca Aduriz así que la historia del partido estaba escrita de antemano. Ambos contendientes comenzaban el choque en puestos de descensopero con actitudes radicalmente distintas, mientras el equipo de Mendilibar presionaba al centrocampo rojiblanco para provocar sus habituales errores en la salida de balón, los pupilos de Marcelo Alberto insistían sin éxito en su única filosofía de juego para intentar llegar al área contraria. El Athletic perdía balones comprometidos en campo propio y no tenía continuidad en la posesión en unos diez primeros minutos inciertos que parecían una desagradable continuación de partidos anteriores.

Marcelo había introducido dos cambios en su once dando entrada a Ekiza y Herrerapor el sancionado Amorebieta y por un Isma López que ya había dejado su puesto aIbai Gómez en Praga, con lo que Muniain volvía a su banda izquierda de las últimas temporadas. A los doce minutos llegó el gol del partido gracias a una combinación en banda derecha de Iraola con De Marcos que se desmarca hacia fuera abriendo el campo. Su centro al corazón del área navarra lo remata Aduriz que -adelántandose al defensa- supera a un acertadísimo Andrés Fernández con un disparo seco y fuerte con la derecha. Como reconocería el propio Marcelo en rueda de prensa: "Comenzar un partido cuando los antecedentes inmediatos del equipo no son los mejores presupone cierta inseguridad y un gol lo suaviza ". Cuánta falta le hacía al Athletic recuperar lassensaciones de adelantarse en el marcador ya desde la primera parte para encauzar un partido, supongo que la misma confianza que necesitaba Aduriz después de unos cuantos partidos sin rascar bola. Esto de ponerle balones al rematador del equipo no solo aumenta las opciones de gol que el centrocampismo enfermizo te niega sino que reconduce partidos con mala pinta.
El gol tempranero de Aduriz le insufló al equipo el aire suficiente como para desarrollar un fútbol más fluido y vertical durante unos veinte minutos, los que tardó Mendilibar en hacer dos cambios en su mediocampo dando entrada a Puñal y Lamah para nivelar la posesión y hacerle algún daño al Athletic. A partir de ahí el Osasuna dispuso de sus ocasiones, el centro-chut del propio Lamah que salió por encima dellarguero con Armenteros listo para engatillar en el segundo palo y la falta de Lolo que escupió el travesaño de la portería de un Iraizoz especialmente aliado con la madera. El Athletic llegaba con cierta facilidad a las inmediaciones del área rojilla pero no acertaba en la finalización de las jugadas, un mal endémico y archiconocido que penaliza a este equipo con partidos en los que no se crean ocasiones de gol y que generalmente se acaban perdiendo. Las dos ocasiones rojiblancas más claras del primer tiempo fueron el remate de cabeza de Aduriz que se fue por encima de la portería navarra y el disparo de un lento De Marcos que sacó a una mano el portero navarro. Visto el escaso potencial de un Osasuna gris como su vestimenta cualquiera de las dos ocasiones podía haber cerrado prácticamente el partido, pero no fue así.

El Osasuna lo intentaba con intermitencias pero un desacertadísimo Joseba Llorente no daba una frente a una defensa rojiblanca de circunstancias pero solvente. Por cierto Don Marcelo, tercer partido de Ekiza de titular en San Mamés y tercer partido con la portería a cero. El Athletic seguía creando ocasiones de gol con Susaeta y De Marcos en los papeles estelares de fallones sin remedio, como Llorente contra el Hapoel pero sin la imperiosa necesidad de remontar un resultado adverso e inesperado. Esta segunda línea de ataque de Marcelo Alberto no solamente adolece de pegada desde fuera del área sino que tiene problemas severos de puntería en los metros finales, por eso sus remates de pólvora mojada se quedan en petardillos de mecha corta. La aportación de Llorente se resume en un remate claro y horriblemente semi-ejecutado dentro del área en poco más de veinte minutos y una pitada más que coleccionar en su última temporada por estos lares. Ahora entenderá el riojano lo chungo que lo han tenido otros compañeros durante años para competirle el puesto jugando pocos minutos y con los partidos casi resueltos. Las entradas de Aurtenetxepor la lesión de Castillo y de San José por un agotado Herrera apenas dieron el empaque defensivo que buscaba el rosarino para aguantar el resultado hasta el final y no evitaron la angustia de un marcador demasiado corto.

Tal y como comentaba el técnico rojiblanco en sala de prensa "ni empezamos ni terminamos bien ". El Athletic terminó replegado ante los intentos estériles de un Osasuna que todavía guardaba en la recámara un nuevo susto a balón parado con el que poner a prueba los corazones de la grada. El cañonazo de Timor como consecuencia de otra falta absurda al borde del área zurigorri -esta vez cometida porGurpegui- a punto estuvo de igualar una contienda que como también reconoció Marcelo: "podría haber acabado 1-1 ó 4-0 y eso confunde ". El Athletic ya no estaba para muchos trotes y buscaba el final del partido como ese txirrindulari que se sabe justo de fuerzas subiendo un puerto de montaña y que hace la goma para llegar a la cumbre pese a las pájaras de última hora. En esos momentos no pesaba la valla de Martínez, ni la grabación de Lezama, sino las piernas de jugadores físicamente rematados y boqueantes. La suerte de los postes le evitó al Athletic una condena mayor después de un nuevo canto a la falta de acierto de algunos jugadores con más pulmón que olfato, y es que solo corriendo no se ganan partidos (Mendilibar dixit). El choque entre uno de los equipos más goleados y otro de los menos goleadores fue más emocionante que entretenido, y la diferencia estuvo en que el Athletic marcó el gol que Osasuna no encontró por milímetros.

El Athletic ha conseguido una victoria fundamental que pospone una alerta roja segura, marcó su gol y supo defenderlo especulando con el resultado igual que en aquel empate a nada contra el Málaga en San Mamés. Decía Marcelo que: "Sólo con este punto de partida tampoco vale. Veremos si la secuencia de los próximos compromisos nos autorizan a pensar que nos alejamos del equipo que no queremos ser y parecernos más al equipo que queremos ser ". La próxima parada será Mestalla, históricamente una plaza maldita para los rojiblancos en donde una nueva derrota les devolvería al pozo de los mediocres. A todo esto, ¿recuerdan las palabras de Marcelo en Praga cuando dijo?: "A Herrera no le noté ausente de ritmo ni de forma. Estuvo dentro de la media que ofreció nuestro juego colectivo ". Tal vez, por afirmaciones como ésa, sea lógico su objetivo más inmediato: "En estas dos semanas querríamos aprovechar las sesiones de trabajo continuas para tratar de consolidar y emparejar el nivel de rendimiento de todos los jugadores ". Para empezar, la baja por tarjetas deGurpegui -su mejor jugador- abre las puertas a que una pareja de centrales inédita esta temporada como la formada por Amorebieta y Ekiza sea de la partida en Valencia. Consolide Marcelo, que estamos en Octubre.


Fuente: Athleticmania

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