De goleador a asistente. Aritz Aduriz no ha olvidado ni mucho menos la faceta para la que fue contratado en verano: marcar goles. El delantero donostiarra lleva anotados doce en Liga, a los que hay que sumar tres en la Europa League y uno en Copa, competiciones que ya son historia esta temporada. Pero el '20' rojiblanco no ha visto puerta en los dos últimos partidos, contra el Atlético de Madrid en San Mamés y ante el Valladolid en el José Zorrilla. A cambio, ha jugado para sus compañeros, abriendo huecos, cayendo a banda para que entren los futbolistas de segunda línea y sobre todo ofreciendo pases de gol que han permitido la resurrección realizadora de Susaeta y De Marcos, hombres a los que se esperaba hace tiempo en el aspecto atacante.
El viernes, en Pucela, el delantero desvió -quizá de forma involuntaria- un balón al segundo palo tras un córner botado por Ibai y allí apareció Susaeta para poner el 2-2 definitivo en el marcador. Era el minuto 50 de partido y el gol hacía justicia a lo visto sobre el terreno de juego. Incluso, el Athletic se mereció más hasta la conclusión del choque.
Protagonismo
Antes, Aduriz también había tenido su importante cuota de protagonista en el partido. Sufrió un agarrón de Sereno dentro del área en el minuto 11 que pudo ser penalti, remató al palo con una preciosa volea que podía haber sido el 1-1 tras el gol de Javi Guerra -en la jugada siguiente vendría el 2-0- y también protagonizó otra de los lances polémicos del choque, un codazo a Marc Valiente en un salto que obligó al defensa castellano a abandonar el terreno de juego con el pómulo hinchado. Tarjeta amarilla que bien pudo haber sido roja directa si el colegiado Estrada Fernández llega a interpretar la jugada como agresión. Al rojiblanco se le vio apesadumbrado después e intentando justificar ante los jugadores del Valladolid que no había tenido mala intención.
El trabajo de asistente comenzóen la cita anterior, contra el Atlético de Madrid en La Catedral en el mejor partido que han disputado los rojiblancos hasta el momento. Los goles fueron obra de San José, Susaeta y De Marcos, pero Aduriz jugó un papel importante en el segundo y sobre todo en el tercero. En la jugada que precedió al tanto del eibartarra arrastró a los defensas colchoneros hasta la derecha para dejar vía libre al magnífico pase de Herrera. Pero la jugada del partido llegó en el minuto 84. El guipuzcoano saca un balón en el frontal del área rojiblanca, conduce, pasa a Susaeta, que le devuelve el balón y ya en el otro área, pleno de poderío físico, pasa con zurda para que De Marcos fusile con el derecha a Courtois y ponga el 3-0 definitivo en el marcador.
Hay que remontarse al partido ante el Betis, el primero de la segunda vuelta, para encontrar el último gol de Aduriz en la competición liguera. De muy bella factura, por cierto. Ander Herrera comenzó a reencontrarse consigo mismo para filtrar un gran pase interior, casi idéntido al que puso una semana después, para que el ariete rojiblanco picara el balón ante Adrián y empatara el partido. Un encuentro en el que comenzó la remontada bilbaína, tanto en resultados -tres choques sin perder con un triunfo y dos empates- como sobre todo en sensaciones y fortaleza física, clave en la forma de jugar que tiene Bielsa.
El tanto ante los verdiblancos hacía el número 12. Las otras víctimas han sido el Valladolid en la primera vuelta, Espanyol (2 dianas), Osasuna, Valencia (2), Granada (2), Celta, Mallorca y Levante. Y es que el león demuestra una capacidad para transformar en gol las pocas ocasiones que dispone muy difícil de superar
El viernes, en Pucela, el delantero desvió -quizá de forma involuntaria- un balón al segundo palo tras un córner botado por Ibai y allí apareció Susaeta para poner el 2-2 definitivo en el marcador. Era el minuto 50 de partido y el gol hacía justicia a lo visto sobre el terreno de juego. Incluso, el Athletic se mereció más hasta la conclusión del choque.
Protagonismo
Antes, Aduriz también había tenido su importante cuota de protagonista en el partido. Sufrió un agarrón de Sereno dentro del área en el minuto 11 que pudo ser penalti, remató al palo con una preciosa volea que podía haber sido el 1-1 tras el gol de Javi Guerra -en la jugada siguiente vendría el 2-0- y también protagonizó otra de los lances polémicos del choque, un codazo a Marc Valiente en un salto que obligó al defensa castellano a abandonar el terreno de juego con el pómulo hinchado. Tarjeta amarilla que bien pudo haber sido roja directa si el colegiado Estrada Fernández llega a interpretar la jugada como agresión. Al rojiblanco se le vio apesadumbrado después e intentando justificar ante los jugadores del Valladolid que no había tenido mala intención.
El trabajo de asistente comenzóen la cita anterior, contra el Atlético de Madrid en La Catedral en el mejor partido que han disputado los rojiblancos hasta el momento. Los goles fueron obra de San José, Susaeta y De Marcos, pero Aduriz jugó un papel importante en el segundo y sobre todo en el tercero. En la jugada que precedió al tanto del eibartarra arrastró a los defensas colchoneros hasta la derecha para dejar vía libre al magnífico pase de Herrera. Pero la jugada del partido llegó en el minuto 84. El guipuzcoano saca un balón en el frontal del área rojiblanca, conduce, pasa a Susaeta, que le devuelve el balón y ya en el otro área, pleno de poderío físico, pasa con zurda para que De Marcos fusile con el derecha a Courtois y ponga el 3-0 definitivo en el marcador.
Hay que remontarse al partido ante el Betis, el primero de la segunda vuelta, para encontrar el último gol de Aduriz en la competición liguera. De muy bella factura, por cierto. Ander Herrera comenzó a reencontrarse consigo mismo para filtrar un gran pase interior, casi idéntido al que puso una semana después, para que el ariete rojiblanco picara el balón ante Adrián y empatara el partido. Un encuentro en el que comenzó la remontada bilbaína, tanto en resultados -tres choques sin perder con un triunfo y dos empates- como sobre todo en sensaciones y fortaleza física, clave en la forma de jugar que tiene Bielsa.
El tanto ante los verdiblancos hacía el número 12. Las otras víctimas han sido el Valladolid en la primera vuelta, Espanyol (2 dianas), Osasuna, Valencia (2), Granada (2), Celta, Mallorca y Levante. Y es que el león demuestra una capacidad para transformar en gol las pocas ocasiones que dispone muy difícil de superar
Fuente: Mundo Deportivo
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